viernes, 7 de febrero de 2014

TRIPTICO

El calor de este día cae como lluvia de prosperidad y descanso. De pronto la libertad se ha convertido en una opción y el mundo se abre húmedo y refrescante ante nuestros ojos. En medio del calor la libertad no está en la sombra, sino allí bajo la inclemencia del sol con el agua del mar mojándonos los pies, con las manos pegajosas de almíbar y en la boca se deshace el tercer trozo de patilla.

En la pared del salon

Uno se pone a pensar en cual seria el cuadro que pondrías en esa pared grande del salón, si vivieras solo, si vinieran los amigos de vez en cuando a verte o si no viene tu madre casi nunca. Me gustaría un cuadro con colores, pero no me gustaría un paisaje, digamos un atardecer porque en la mañana o al medio día sería un objeto extraño. He pensado en un cuadro con frutas, en los elementos que visten el huerto con sus colores, un grupo de frutas a modo de bodegón, he pensado en pintar una bandera colorida en medio de una enorme pared con colores bien separados y firmes. 

Esta tarde he pensado en piñas, pimientos, cebollas, calabaza, ají, mango, aguacate, banano, guayaba, ajos, patillas, higos, brevas, maíz, bananos, platanos, papas yucas, ñame, tomates, leucaenas y champiñones.