Matador

El final siempre es el mismo: la muerte, todo comienza con un grito,
con hurgar entre sus cosas, con un abuso mínimo del que siempre se puede salir diciendo:
- Pero que delicada eres, si no ha sido para tanto!

Sin embargo cuando no hay respuesta al primer abuso, se va incrementando semana a semana el maltrato. Un desplante, una respuesta desafiante y grosera, suelen preceder a una frase como:
Cállate imbécil! - y posteriormente; - lo siento mucho, no pensé lo que decía!
Y es verdad no lo pensaba, lo sentía con todo su corazón,
y el engaño esta tanto en que pida el perdón como en que le sea concedido.

Se arranca la razón, por medio de la intimidación, alzando la voz. Esta falta de respeto, es también el comienzo de la carrera para llegar a las agresiones, al dolor físico:


Lentes oscuros, accidentes domésticos o supuestas alergias que hacen llorar en pleno invierno.- Esto no es vida,
-Susurro entre lagrimas,
-Quisiera morir,
-Moriría si no fuera por mis hijos.

Y como respuesta:
-Cállate o me llevo los niños!
-No te quejes tanto! 
-Deja de llorar!
-Pareces Loca!
-Siempre la misma historia!
-Me estas enloqueciendo!
-Estúpida!

Dolores, fiebres, trabajo domésticos, hinchazones, cabellos que se caen:
- Deja ya de quejarte,  pareces loca!!

Cuando caiga enferma, renunciara a la vida, se deslizara hacia la muerte. En silencio dejara que la enfermedad avance, cubriéndose con maquillaje, silencios y calmantes, entonces cuando no pueda hacerse nada por su vida, la agonía sera evidente y vendrá la culpa a llenar el vació que ella dejara.